Y sucedió así, de la nada, como si un huracán pasase justo por encima de mí, se llevase todo lo que era y dejase todo vacío.
Luego llegó él y lleno todos los huecos, cada rincón que había.Fue un golpe de suerte o quien sabe de qué, pero se lo agradezco al destino.
Qué decir que no este dicho.Mucho, quizás.
En este tiempo me he dado cuenta de muchas cosas, la primera, que cuando menos te lo imaginas es cuando te golpean, para bien o para mal.
Yo recibí muchos golpes, demasiados. Y fueron ellos quienes me hicieron aprender, pero también me sumaron muchos miedos e inseguridades que antes no tenía.
Por eso me costó tanto volver a empezar, volver a creer en alguien cuando anteriormente me habían dicho lo mismo pero las promesas nunca se cumplieron.Por eso ya no me gusta oír un 'para siempre', he pasado a preferir un 'poco a poco'.
He de decir que no me lo esperaba, que hubo un tiempo en que me tambaleé con mis decisiones porque no sabía cuál era la correcta: o seguir porque mi corazón lo deseaba, o mantenerme como estaba, porque no quería
Al fin y al cabo,decidí lo primero y creo que hice bien.
A día de hoy no puedo decir que me haya decepcionado, sino todo lo contrario.Me he dado cuenta que es mejor vivir el momento, que las sonrisas pueden multiplicarse, que en poco tiempo las cosas pueden cambiar bastante y que un beso o un abrazo valen más que mil palabras.
Lo único que espero es no romperme otra vez, y tener lo que siempre quise y nunca tuve : lealtad,sinceridad y sobretodo alguien que me valore.
