sábado, 9 de febrero de 2013

Cómo desaparecer otra vez

Hacía tiempo que no lloraba hasta empapar las sábanas, hasta que el blanco de mis ojos se volviese tan rojo como la sangre.
Porque el corazón comenzó desgarrándose y acabó roto en miles de pedacitos.Parece imposible volver a construirlo.
Es el resultado de acabar sin nada.Lo poco que tenía y me hacía feliz, o lo perdí, o me lo quitaron.
Y llorar se ha vuelto tan fácil que en estos últimos días mis pupilas han sido cascadas derramando agua salada.
A veces parecía cesar, parecía calmarse y volverse sereno.Pero el dolor sigue clavándose en mis entrañas y se niega a marcharse.
Y yo que creía estar logrando ser feliz, he tocado fondo de nuevo.