lunes, 16 de mayo de 2011

Un papel lleno de palabras

Cuando lo oí, no tenia ganas de levantarme, asique me acurruqué aun más en la manta y esperé a que se fuesen y creyeran que no estaba en casa.
Pero no fue así.
Al cabo de unos segundos más tarde el timbre volvió a sonar.Comencé a extrañarme y nose porqué me puse nerviosa, como si estuviesen invadiendo mi espacio.
¿Quién podría ser a esa hora de la mañana?.Eran las 9.00 y en ese momento todos los habitantes de la ciudad estaban fuera de casa, o estudiando, o trabajando.
Agradecía tener puesto el pantalón de seda, era de un color extraño, entre el gris y el malba.Me lo habia comprado en una de esas tiendas que nadie conoce y se encuentran en medio de la nada.

Y cuando digo agradecí tener puesto el pantalón de seda es porque, en mi sofá, no puedes tener un pantalón corto.
Es de esos de cuero que si te tumbas un rato la piel se te queda completamente adherida al cuero y al levantarte hace un ruido muy molesto.
Me levanté cuidadosamente, esta vez mi querido sofá no hizo ningún ruido gracias a mi ya nombrado pantalón.
Caminé de puntillas hacia la puerta, que no estaba muy lejos. El suelos hizo un leve crujido, era de madera, de esa que suena aunque estes descalza y que cuando llevas tacones parece que estuvieras bailando flamenco, ya sabes cloc,cloc,cloc y otra vez cloc.
Miré através de la mirilla de la puerta, y me extrañó a quien vi.
Era un chico joven, con una gorra; y por lo que decia en su camisa, era del correo.
Di un respiro y me atreví a abrir.Nosé que querria de mi, pero quizás era una carta de mi madre, diciendome que me echaba de menos y que se lo estaba pasando muy bien en sus vacaciones con su novio.
Desde que se divorció  de papá, piensa que ha vuelto a la adolescencia,já.
Eso lo querría hasta yo, mamá.
Cuando por fin giré el mango de la puerta, lo recibí con una sonrisa falsa, y un aspecto horrible, hay que admitirlo: pelos de loca, cara sin maquillar y ojeras, blusa vieja y desteñida con un pantalón de seda sexy.  Me salvo no haberme puesto mis vergonzosas chanclas de tigre, de esas que parece que eran un peluche y las has convertido en zapatos.
En cuanto al muchacho, no demostró ningun interés en mi aspecto, en menos de lo que canta un gallo, me entregó la carta y me hizo firmar en un papel, con la misma rapidez dio media vuelta y se marchó.

¡PERO SI PARECÍA UN ZOMBIE!

Él,  yo no,(bueno, yo también). Pero en este caso me refiero a el muchacho del correo.
Ni hola, ni adiós, ni gracias. ¿Es que su madre no le ha enseñado educación?.


Bah, estamos en Manhattan, a nadie le importa ya eso.
Volví a mis aposentos, aparté de mi vista el libro que leía antes de la llegada del correo y me decidí por ver la carta.
Estaba cuidadosamente cerrada, el sobre no era blanco, sino más bien amarillo.Me sorprendió mucho ver el destinatario: Joe, mi  ex.
Cuando vi que era de él, me apresuré aún más en ver qué ponia.
El papel era blanco, de un blanco muy limpio, pero la letra era poco entendible y parecía escrita apresuradamente.Mientras tanto, cojí mi taza de café, una que me habían regalado en el trabajo y ponía el nombre de el periódico (New Letter), y unas cuantas galletas.Me senté, y comencé a leer ..

Querida Emmy:

 Ya sabes que esto de escribir no se me da muy bien , y mucho menos ahora que lo que te tengo que decir es muy importante para mí, para nosotros.
Sé que no te esperabas esta carta, lamento ser un imprevisto.
Nosé que ha sido de tu vida, pero si sé que estás en Manhattan, que sigues en el mismo lugar de siempre. Con tus amigas de siempre que por sierto, un saludo para la pequeña Laia y mi morena favorita que se hace llamar Adriana.
Pero lo que pretendo no es hablar de ellas, sino de lo que siento.
Y debo confesarte que después de nueve meses sin verte.Te necesito, y quiero volver a tenerte a mi lado, la cuestión es: ¿Tú quieres que yo también esté a tu lado?
...

 ...La carta era muy larga,tres hojas llenas de palabras.Por eso no voy a contarles todo lo que escribió (y lo que pasó después), dejaré que se lo imaginen ;)