Nuestros pies iban al mismo compás de la melodía que sonaba de fondo.
Miraba tus ojos, veía como se cristalizaban,y llenaban de nostalgia la media sonrisa que dibujaba mi rostro.
La música seguía sonando, llegaba a mis oídos y hacía retumbar mi corazón.Y yo, cada vez te tenía más cerca,tentabas a mis labios con besarte.
La piel se me erizaba.
De repente, esa dulce melodía se convirtió en un silencio c o r t a n t e.Te alejabas cada vez más y más, yo corría detrás tuya intentando recuperarte.
Era imposible.Ya te habías ido,todo estaba oscuro, no había salida, no esta vez.
Así que me senté a llorar, a esperar que esa melodía vuelva a sonar.
A esperar a que vuelvas.
