jueves, 4 de agosto de 2011

Siempre se me ha dado bien abandonar

Lo que no aprendí por mi misma me lo enseñó el tiempo. Pero de repente se apagan las luces y no sirve de nada todo lo que sé.
No sirve de nada haberme caído y haberme levantado con las piernas llenas de cicatrices que ahora son marcas que han dejado todos esos momentos difíciles.
Me encuentro perdida y ciega, completamente ciega.En una estación de trenes con diferentes direcciones, son demasiados, demasiados caminos y no sé cuál escoger, no sé si subirme o quedarme aquí plantada.O tirarme a las vías y dar todo por perdido.
Ahora es cuando me doy cuenta de lo complicado que es tomar una buena desición, o simplemente hacerlo y no arrepentirme de ella.
Resulta ser más difícil de lo que creía,siento que el corazón me late cada vez más rápido y el aire me falta.
Las costillas me aprietan en los pulmones y voy a reventar.
¿No cabe la posibilidad de abandonar?, ¿de seguir con mi vida sin tomar desiciones, de ser feliz estando así,como estoy ahora?.
No.Un no rotundo es la respuesta que ahoga todas mis esperanzas en un cubo de agua, dejándome sin escapatorias, hay que hacerlo, debo elegir, es el momento.
Asi que tomaré aire, aspiraré todo el oxígeno que pueda haciéndolo llegar a mi cerebro y así poder pensar mejor.Necesito tomar una elección, y esta vez tiene que ser la correcta.