lunes, 26 de noviembre de 2012

Bajo la lluvia

Te siento cerca.Siento tu respiración en mi oído, tus labios rozando mi cuello y erizando mi piel.
Siento tus manos aferradas a mi cintura y tus brazos rodeando mi espalda.
Siento los besos con los que impregnas mi piel y cómo tus dedos se entrelazan perfectamente con los míos.
Siento el calor de tu cuerpo,  siento tu pecho, cálido, detrás de mi.
Siento como me proteges y aíslas del resto del mundo con tan sólo tenerte pegado a mí.
Entonces, en un giro improvisado, logro tenerte frente a frente.
Y tus ojos se clavan en los míos como dos balas fugaces e imparables.Me sonrojo, bajo la mirada, intimidada por la tuya.Balbuceo.Tengo ganas de besarte y sé que tus labios también.
Tú sigues contemplándome, inmóvil, yo sigo sin saber qué decir.Ahora mismo los apresurados latidos de mi corazón hablan por sí solos.Cualquier palabra está de más.
Mientras, tus dedos se separan de los míos, mis manos, como si de un acto programado se tratase, se enlazan a tu cuello. Y tus manos, esta vez se unen rodeando mi espalda.
Me acercas poco a poco a ti, delicadamente me quitas las gotas de lluvia del rostro, y con un dedo me alzas la cabeza, justo desde la barbilla, dejando mis labios a la altura de los tuyos.

Y se rozan...
[...]