lunes, 14 de abril de 2014

Girl of broken bones

Intentó no pensar en ello y mantener la sonrisa. Estaba claro que ya no vivía en una burbuja, que se cayó de la nube [una vez más].
Aunque sus huesos aun no se hayan recuperado del golpe que esa ola causó, se mueve ligera, como si nunca hubiera pasado. Pero ella sabe que pasó, y que desde ese día no es la misma.
La chica que pintaba cuadros ahora rompía espejos con el puño.
Y evita encontrarse con la luna porque ya nadie la lleva a ella, ha decidido dejar que el sol la ilumine y, cuando se va, se esconde en los recovecos de su alma.
A veces añora el pasado, esos momentos puntuales que vivió y a día de hoy, si bien duelen, son los que la mantienen viva.
La chica que vive de recuerdos ya no se ata a la esperanza.
Decidió que no hay ola, ni viento, ni tristeza que la inunde si ella no lo permite. Pero admite que de vez en cuando le gusta sentir melancolía.
La chica que antes no sabía lo que era sentir, hoy lo siente todo.