jueves, 5 de abril de 2012

Cómo me perdí a mi misma


Puedo jurar que sentí que todo ese cuento era real, que por primera vez creía en algo que escaseaba en mí.
Volé, volé muy alto, y lo más bonito no fueron las vistas, ni el aire puro que respiraba,ni esa impresión de tocar al sol.
Lo más bonito, fue haber volado junto a quien quería, más que a todo ese mundo que estaba bajo a mis pies, fue la sensación de sentir que era mío y que me regalaba el cielo en el que flotaba.
Es inolvidable su dedo dibujando en mi piel, su respiración en mi oído, sus besos, sus te quiero, las sonrisas, las miradas, e incluso las discusiones.
Es un sentimiento abstracto que poco a poco desaparece, porque se va olvidando.Es el amor que nunca fue de dos, es toda aquella lucha en vano que terminó con un corazón roto.
Triste es recordar todo lo que en su momento me hizo feliz y que hoy en dia me duele.Patético fue creer todas las mentiras.Decepcionante es saber que la culpa sólo fue mía por ser tan ingenua y dejarme cegar.
Pero doloroso es vivir día a día con la esperanza de lograr olvidar, y adivinar que en cada latido de mi corazón su nombre se escucha de eco.
Intento empezar de nuevo, intento ser aquella niña tan jovial, tan llena de vida y de pureza, tan fresca, tan inteligente.Sí, es eso.Me hace falta ser esa niña inteligente que no se dejaba engañar.
Dicen que el lado bueno es que aprendes de los errores, que cada vez que te rompen te haces más fuerte.Yo tengo la historia perfecta para contradecirlo, porque ahora he aprendido, pero no me he hecho más fuerte, sino más débil, más llena de miedos e inseguridades ¿miedos, inseguridades? .Sí.Miedos e inseguridades a que me rompan otra vez.


[Me enamoré de todo lo que decía, hasta de lo que hacia daño.]